¿Para qué otro grupo ocultista, habiendo tantos?

Los fundadores consideraban que los grupos a los cuales ellos pertenecían originalmente, si bien formaban parte inherente de la tradición hermética, habían perdido su interés mágico o su función como escuelas preparatorias cuyo fin último es la práctica mágica. Muchos se concentraba y siguen concentrándose en la especulación filosófica, geométrica, moral, simbólica, mitológica o espiritual como una razón en sí misma, para iluminar el intelecto y la comprensión del mundo y mejorar los fundamentos éticos, morales y sociales de sus miembros. Los fundadores consideraban que todo esto es de fundamental importancia, pero proponían en su nueva Orden tratar todo esto como herramientas necesarias para un fin ulterior, a saber, la preparación intelectual, espiritual, técnica y psicológica del hermeticista para la realización de operaciones teúrgicas, o de magia divina, que ellos consideraban la finalidad última del camino Hermético.
En Colombia hay muchas órdenes ocultistas o esotéricas, las conocemos bien, hemos sido miembros de algunas y asistentes a las reuniones de casi todas, y las respetamos enormemente. Pero estamos de acuerdo con los fundadores de la Aurora Dorada con que la mayoría de estas escuelas no buscan preparar a sus miembros para ser magos de la Luz. La Aurora Dorada siempre ha tenido este claro interés, y creemos que una Orden o grupo con esta perspectiva hace falta en Colombia.